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Desde entonces, esta planta gano fama y uno de los usos que más se le da, es justo para las afecciones respiratorias.
Sus hojas son grandes y en forma de corazón. La hierba santa, también llamada Hoja Santa o Acuyo, recibió su significativo nombre de los sacerdotes españoles que quedaron impresionados con sus propiedades medicinales para tratar diferentes malestares físicos.
La hierba santa se utiliza para afecciones respiratorias como la tos, los resfríos, la tuberculosis, el asma y la bronquitis crónica. También se usa para la fiebre y la sequedad de la boca. Algunas personas la emplean para aliviar los espasmos musculares y aflojar la flema.
La hierba santa a veces se aplica directamente sobre la piel en forma de un apósito caliente (cataplasma) para el tratamiento de las contusiones, los esguinces, las heridas, las picaduras de insectos y para aliviar el dolor en las articulaciones (reumatismo).
– 1 PARA LA TOS Y ALGO MÁS
Si la tos o la congestión respiratoria han hecho de tu día una pesadilla, beber una infusión de hoja santa podría darte el alivio que buscas. Para ello solo debes preparar una infusión y beberla tibia.
La mejor forma de prepararla es poner agua a hervir y cuando alcance el punto de ebullición, añadir hojas frescas de hierba santa, tapa y deja reposar la infusión durante 10 minutos antes de beberla. La infusión también se recomienda para tratar el dolor de estómago, la diarrea y los cólicos.
– 2 CONTROLA LA FIEBRE
Cuando la temperatura corporal llega a niveles altos, una forma común de bajar la fiebre es tomar un baño de agua tibia y si añades hojas de hierba santa los resultados podrían darte un alivio más rápido.
Simplemente debes hervir las hojas en un recipiente y añadir a la bañera. El baño debería durar entre 5 y 10 minutos para ayudar a estimular la producción de sudor. Asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente para evitar así que la temperatura corporal aumente.
– 3 CONTUSIONES Y REUMATISMO
El cataplasma o machacado de las hojas de hierba santa puede ser una excelente opción natural para aliviar el dolor de las articulaciones, reumatismo y las contusiones (moretones). Se cree que la piel absorbe las propiedades de la hierba, lo que acelera el proceso curativo y reduce el dolor.
Simplemente debes hervir la cantidad de hierba fresca necesaria para cubrir la zona a tratar. Déjala que se cueza por unos minutos a fuego lento y luego escúrrela un poco. Colócala en un mortero y machaca muy bien hasta que forme una pasta flexible pero consistente. Aplica directamente o colócala en un paño de algodón o lino.
-4 PARA EL DOLOR DE CABEZA
Debido a su elevado contenido en safrol, un compuesto con propiedades anestésicas, la hierba santa puede ser de gran ayuda cuando de una cefalea, jaqueca o dolor de cabeza se trata. Basta con aplicar sus hojas frescas sobre la frente. También puedes preparar un cataplasma con la hierba y aplicar con masajes en las sienes para lograr el efecto calmante y analgésico.
La hierba santa está en la lista de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos como GRAS (siglas en inglés para generalmente reconocido como seguro) para su uso como saborizante de alimentos.
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