Se calcula que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres va a desarrollar cáncer en el trascurso de su vida.
Esta noticia nos debe poner en alerta para aprender lo que debemos hacer para prevenir o detectar temprano la enfermedad.En primer lugar, es importante recordar que prevención no es lo mismo que detección precoz. Veamos la diferencia.
Detección precoz significa que el cáncer ya empezó a desarrollarse, pero debido a que su crecimiento es muy lento y existen pruebas para descubrirlo temprano, podemos encontrarlo y curarlo a tiempo. El examen de la mamografía, del Papanicolaou, de la sangre oculta de las heces y la colonoscopia son buenos ejemplos.
Por su parte, prevención significa que, conocida la causa del cáncer, uno hace todo lo posible para evitar ponerse en contacto con la causa de la enfermedad. En este artículo veremos precisamente cinco ejemplos de prevención:
1. Aliméntate sanamente. Come poco, muchas verduras y poca azúcar.
Este es un consejo muy importante y nos reafirma el viejo dicho “dime qué comes y te diré de qué te vas a enfermar”. Se piensa que la mala alimentación produce cáncer por dos mecanismos: efecto tóxico directo del alimento y efecto indirecto a través de la obesidad.
Se piensa que algunos alimentos, entre los que está el exceso de grasa o ciertas sustancias químicas como los nitritos y los nitratos (presentes en carnes artificiales como salchichas y otros embutidos) pueden causar cáncer directamente. Del mismo modo, otras sustancias químicas como las aminas heterocíclicas y los hidrocarbonos policíclicos aromáticos, que se producen cuando se cocina la carne a alta temperatura (en las parrilladas por ejemplo) pueden causar cáncer directamente. Otro ejemplo, aunque felizmente muy raro, es el tipo de cáncer del hígado que se produce cuando el maní esta contaminado con un hongo que produce un veneno llamado aflatoxina.
Por su parte la obesidad, a través de un mecanismo hormonal, está asociada al cáncer de mama, del páncreas, del colon y de la próstata.
El consejo es adoptar y mantener una alimentación saludable, la cual consiste en comer de todo, pero en porciones pequeñas y ser muy liberal en el consumo de alimentos de todos los colores: frutas y verduras.
2. Haz 30 minutos de ejercicios al día, aunque sea caminar.
Esta es otra actividad muy importante que reduce el riesgo de cáncer a través del control de la obesidad, aunque recientes estudios han demostrado que el ejercicio diario es un factor de riesgo independiente para sufrir un cáncer de las mamas y del colon o intestino grueso. También existen evidencias de que el ejercicio puede reducir el riesgo de cáncer del pulmón, del endometrio (membrana interna del útero) y de la próstata.
El ejercicio es de dos tipos: el aeróbico y el anaeróbico. El ejercicio aeróbico es aquel que da más ventajas a la salud del corazón, el sistema circulatorio y el sistema respiratorio y que practicado regularmente nos permite bajar de peso (si se acompaña de una alimentación saludable). Ejemplos de ejercicios aeróbicos incluyen: caminar vigorosamente, correr, nadar, jugar fútbol o manejar bicicleta.
Por su parte, los ejercicios anaeróbicos son aquellos que involucran la actividad muscular contra resistencia e incluyen ejercicios con pesas, ejercicios abdominales y el yoga. Este tipo de actividad física es muy importante para la salud de los músculos y los huesos.
3. Evita fumar o estar cerca de fumadores.
Esta es quizás la recomendación más importante que podamos hacer en relación a la prevención del cáncer. El humo del cigarrillo contiene más de 4,000 sustancias químicas, de las cuales más de 200 pueden causar cáncer. Pero si pensabas que el cáncer es la enfermedad que más gente mata el tabaco, estás equivocado: de cada 100 personas que mueren por una enfermedad causada por fumar, 30% son por cáncer. El doble de ese número, es decir el 60%, mueren por enfermedades del corazón y el 10% restante por una enfermedad obstructiva crónica de los pulmones.
Y si pensabas que el único tipo de cáncer que causa el tabaco es el cáncer del pulmón, también estás equivocado. La lista de cánceres que causa el humo del cigarrillo es extensa e incluye los siguientes órganos: boca, lengua, garganta, laringe, tráquea, pulmones, esófago, estomago, páncreas, riñones, vejiga, cuello del útero e intestino grueso.
El paso más importante que puede tomar una persona fumadora es dejar de fumar. Para eso, el primer paso es querer realmente hacerlo y buscar ayuda médica. En la actualidad, existen medicamentos que pueden ayudar a una persona a dejar de fumar, los cuales van desde parches y gomas de mascar de nicotina a medicamentos como los antidepresivos y el varenicline (Chantix).
4. Si te vas a exponer al sol, usa bloqueador solar.
Este es otro ejemplo de prevención del cáncer que debe practicarse desde el comienzo de la vida. Además de la luz visible y otros tipos de radiación electromagnética, la luz del sol contiene tres tipos de radiación ultravioleta (UV). La mortal, radiación UV tipo C, no llega a la tierra pues es completamente detenida por la atmósfera. La UV tipo B, llega en cantidad muy limitada (5%) y es causante de la quemadura de la piel y del cáncer de la piel. La UV tipo A, llega en mayor cantidad (95%) y es responsable del envejecimiento y del bronceado de la piel.
La exposición continua y prolongada a la luz del sol daña la piel, provocando no solo envejecimiento prematuro (formando arrugas y manchas), sino también puede provocar cáncer de la piel.
El cáncer de la piel causado por los rayos UV es de dos tipos: el más frecuente y felizmente poco letal, es el cáncer de células basales y el cáncer epidermoide o escamoso de la piel. Este tipo de cáncer se presenta mayormente en las áreas expuestas del cuerpo, tales como el rostro, el cuello, el pecho y las extremidades.
El tipo más peligroso de cáncer, y felizmente menos común, es el cáncer de la piel tipo melanoma, el cual es considerado uno de los más letales que puede sufrir el ser humano. Este tipo de cáncer se puede presentar sobre un lunar existente, o puede aparecer de un momento a otro como un nuevo lunar.
La manera más sencilla de evitar el cáncer de la piel es no sobreexponerse a la luz del sol. Por ello, hay que evitar el sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, horas en que es mucho más intenso.
Es importante también aprender a usar bloqueador solar cuando uno se expone a la luz del sol. Las personas de piel clara, a quienes les cuesta broncearse y se enrojecen rápido, que tienen ojos claros y cabello claro, son las más propensas a presentar cáncer de la piel por los rayos UV y deben usar el bloqueador solar con un factor de protección de 45. Todas las demás personas deben usar el bloqueador con factor de protección 30 o más.
Es muy importante saber que la luz del sol es vital para la salud del ser humano pues ayuda en la formación de la vitamina D en la piel. Por eso es recomendable tomar cortos baños de sol, temprano en la mañana o en la tarde, cuando la luz del sol es menos intensa.
5. Vacúnate contra la Hepatitis B y el virus de Papiloma Humano.
Hasta hace unos 20 años, pensar que un tipo de cáncer podía ser causado por un agente infeccioso era una suerte de “disparate”. En la actualidad, por lo menos tres tipos de cáncer están relacionados a un microorganismo:
- El cáncer del cuello del útero, del pene, del ano, de la boca y de la garganta al virus papiloma humano (VPH).
- El cáncer del hígado a los virus de la hepatitis B y C.
- El cáncer del estómago a la bacteria Helicobacter Pylori.
Por ello, es muy importante recibir las vacunas contra los virus para los cuales se ha desarrollado una vacuna. En ese sentido, desde el 2006 existe una vacuna que protege contra los VPH 16 y 18, causantes del 75% de casos de cáncer del cuello del útero. La vacuna debe aplicarse a las niñas y niños que aun no han empezado a tener relaciones sexuales. En diciembre del 2014, se aprobó en Estados Unidos una vacuna que protege contra 9 cepas del VPH.
Del mismo modo, la vacuna contra la hepatitis B debe aplicarse al momento del nacimiento del niño. Se espera que en los próximos 50 años el cáncer del hígado disminuya drásticamente en el mundo gracias a esa vacuna.
Lamentablemente, hasta el momento aún no se ha logrado producir una vacuna contra el virus de la hepatitis C ni contra la bacteria Helicobacter Pylori, por lo que el cáncer del estómago sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en muchos países de América Latina, incluyendo el Perú.
0 comentarios:
Publicar un comentario