Enfermedad de Lyme ¿De qué se trata? ¿Cómo evitarla?

Estadísticamente, sólo dos o tres garrapatas de cada cien transportan las bacterias espiroidales (llamadas espiroquetas) que producen el mal de Lyme (en latín se llama: Borrelia burgdorferi). Antes se pensaba que infectaba a las garrapatas de unos cuantos estados del noreste de Estados Unidos -por ejemplo, Connecticut-, pero la enfermedad transmitida por las garrapatas ahora tiene presencia en todos los estados de dicho país, menos en siete.

La señal clásica del mal de Lyme es una erupción parecida a un ojo de buey rojo en el punto donde está el piquete o en cualquier otra parte del cuerpo.

Las bacterias llegan a establecerse en puntos distantes -el corazón, las articulaciones, el cerebro y el sistema nervioso-. En consecuencia, se inflaman las articulaciones, duele el cuerpo en general, hay síntomas de catarro, lagunas mentales, problemas cardiacos y otras consecuencias permanentes.

Las investigadoras informan que el mal de Lyme, la mayoría de las veces, se contrae en primavera y verano, cuando las garrapatas son pequeñas, es decir, se hallan en su etapa de crisálida o crecimiento. No es fácil verlas. Para el otoño, son adultas crecidas, todavía capaces de transmitir el mal, pero mucho más fáciles de ver si se suben a su cuerpo.

Para disminuir la posibilidad de que una garrapata borriquera la muerda, ataque los refugios de las garrapatas. Las garrapatas abundan, sobre todo de mayo a julio. Llame a los encargados del departamento de salud de su estado o localidad para que ellos detecten los lugares donde se guarecen.

Si a pesar de sus precauciones manifiesta algunos síntomas indicadores y su doctora le confirma que ha contraído el mal de Lyme, probablemente le recetará una serie de antibióticos en combinación con antiinflamatorios y otras medicinas.  Igualmente, puede tomar remedios caseros que pueden complementar los medicamentos y ayudar a su sanación.

¿Quieres conocer algunos de estos remedios para la enfermedad de Lyme?

Recomendaciones

Tenga paciencia. La forma en que responda a las medicinas dependerá de qué etapa del mal de Lyme presenta en el momento del diagnóstico.

Cuanto antes se detecte el contagio, tanto mayor la probabilidad de evitar sus complicaciones. Con los medicamentos actuales, el desarrollo de ese mal, en el caso específico de muchas mujeres, se controla en un par de meses a partir de la infección inicial.

No obstante, los síntomas, inclusive un dolor parecido a la artritis y la fatiga, duran algunas semanas, o meses, después de curado el mal.  Es muy importante que las que lo padecieron tengan la convicción de que ya no están infectadas, pero que necesitarán mucha paciencia mientras los síntomas van desapareciendo gradualmente.